Actualmente, mucho se ha hablado de “nearshoring” entendido como una estrategia de traslado o relocalización de cadenas de valor, manufactura, producción o procesos comerciales a otros lugares. Esta práctica se ha retomado con mayor auge derivado de circunstancias recientes tales como la guerra comercial entre Estados Unidos de América y China, la pandemia mundial COVID 19, los conflictos bélicos entre Rusia y Ucrania, y otros conflictos geopolíticos internacionales, incluyendo la dificultad práctica y logística de transporte internacional y su aumento de costo en los últimos años, así como la escasez de ciertas materias primas.
Muchos agentes económicos se han visto en la necesidad de implementar este modelo de negocio buscando obtener ventajas económicas y de logística (como puede ser acercar la producción de bienes al destino de los clientes finales); ahorrar costos y reducir gastos (e.g. mano de obra); contar con mejores productos; y crear nuevas relaciones de negocio.
No obstante, en la práctica se ha identificado que nearshoring es, además de una estrategia comercial, un modelo económico, legal y cultural; por lo que su implementación debe considerar también las diferencias culturales y ley local aplicable.
México es atractivo a la inversión extranjera, en parte por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (“T-MEC”), y demás acuerdos y tratados comerciales celebrados por México, lo que ha ayudado a incrementar la competitividad de jugadores en el mercado nacional, mostrando mejores tiempos de respuesta y logrando la mitigación de riesgos en la cadena de producción al consolidar la cadena de distribución de agentes que reubican sus centros de negocio a territorio mexicano.
Por ello, en este contexto, es de suma importancia que cada empresa, agente o inversionista analice varios aspectos legales, incluyendo el modelo de negocios que se propone implementar en México y el mercado que se busca atender, considerando el aspecto laboral, migratorio, corporativo, de comercio exterior y aduanas, regulatorio, energía, inmobiliario, protección de marcas, derechos de propiedad intelectual, entre otros.; que les permita diseñar distintas alternativas, a efecto de tomar decisiones acertadas.
Considerando lo anterior, a continuación se comparten algunos puntos y temas esenciales que deberán considerarse con motivo de la implementación de una estrategia de nearshoring, en México: