Previo a su incorporación a Sánchez Devanny, Rodrigo fue Asociado Senior de Patentes y dirigió el equipo técnico de patentes en una de las firmas de propiedad intelectual y derecho corporativo más grandes y reconocidas en México durante casi 15 años, manejando asuntos para algunas de las empresas más importantes en tecnología a nivel global.
Posteriormente co-fundó y estableció una firma “boutique” especializada en Propiedad Intelectual siendo el socio encargado del área de nuevas creaciones, estableciendo y haciendo crecer la práctica de patentes. Antes de especializarse en Propiedad Intelectual, trabajó como investigador y académico en el Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez” y en el Centro Médico Nacional Siglo XXI.